CAPITULO 1
El Cristal que se rompe
El Cristal que se rompe
Yo no soy menos inocente. Por ello no me pondré con objeción, ella era mi amiga, mi mas amiga que nunca le pude decir que de amiga, deje a que me amase por siempre.
Yo la defiendo, aunque me hubiese gustado de que ella estuviese ahora conmigo para, que supiera lo que yo siento por ella, amor que nunca le pude dar en ese momento en que ella me necesitaba y de ahora pude darme cuenta de ello después de leer lo que ella escribió en esa libreta, en esa habitación, me recuerda ese día en que ella y yo fuimos una sola y por siempre no la olvidare aunque ella no este.
-Ese día empezó cuando, yo estaba esperando como todo los día, a que se levantase de su habitación, para ir a la colegio, cuando veía como su pelo se ondeaba con rubor, danzando así, sentía que podía ver cada cabello caer de su esplendor. Ella venia hacia a mí con lucidez, y su sonrisa de poca que no podré ver más nunca. Caminamos, ella me habla de su vida y de lo que pensaba, yo solo la miraba con cálida mirada de estar soñando con un ángel que me acompañaba cada mañana para solo cantar en mi oído contar su historia.
Historia que siempre contaba de querer amar alguien, puesto alguien como un hombre, no como lo que soy yo pero que moría por ser lo, al finalizar las clases, me he decido a dar mi confesión, espero que no lo tome a mal lo que siento por ella, pero no aguanto las ganas de saber que dirá. Mi ángel caído del cielo y de que no devolver este día por que será para mí.
Le pedí que fuera abajo del puente como de costumbre nos sentábamos a esperar al anochecer con gansa de ver la primera estrellas, había preparado panes que ella le gustaba la sabana en donde nos sentábamos estaba extendida ese sería el día en mi voz y cuerpo seria los protagonistas de este día. Nos sentábamos con suave anhelo de empezar a comer y beber de lo más normal que hicimos, un silencio retenía el momento, me sentía nerviosa, sentía como una helada ventisca rozaba mi cuerpo entre el uniforme, ella se dio cuenta de mis nervios y con una sonrisa adorable me dio,
Me dijo con su suave voz, tenéis frió yo también, juntémonos para dar calor ella se me acerco con suavidad, su piel rozaba entre la mi ahora no sentía frió, si no calor, calor de tenerla entre mi brazo, y ver sus labios rozas a lado de los míos, sentía la boca reseca sentía ganas de tocarlos, sentirlos entre los míos como otros hombre lo han hecho con los míos. Me he preparado, ella miraba el plácido cielo esperando el momento, era hora, levante mi manos asía ella con la mas y posible cautela para que ella no me témase de lo que iba hacer.
Con suavidad ella voltea me mira y con otra suave y ligera sonrisa me responde, que estás haciendo amiga, mis ojos brilla, mi cuerpo iba hacia ella, me daba el lujo de estar encima de ella, y ella solo se preguntaba que estaba haciendo, y yo solo le respondí, perdóname por lo que voy hacer y una cálida lagrima cae en sus labios, y un segundo entre en sus labios, no podía explicar la sensación que sentía al tocarlos era mejor que comer esos panes que había comido, o de mil hombre en ellos. No solo los toque, me dio gana de mas que tocarlos, con lo más lento introducía mi lengua en su cálida y suave boca tocaba todo, no la quizá separa, ella se sonrojaba de un momento sentí que ella me respondía, ella introdujo su lengua en la mía, tragaba su saliva como ella de la mía, me sentía respondida, me aleje, ella me dijo, no quiero más, y yo no puede más, que darle lo que ella quería, volviera, pero yo quería algo más que eso, me le acerque y la tire asía la sábana blanca y ella con una sonrisa me devolvía, pero de eso pensé que ella solo lo hacía por complacerme y no por que sientes, de pronto mi manos se dirigía hacia su rostro con fuerza la he golpeado, no sé por qué lo hice, no sé que en realidad había sentido a tenerla en mis manos, pero era un error un error que su hubiera convertido en amor, un amor por error, eso sería lo que en realidad se podría convertir, aunque me alegro de que ella este muerta, porque así nadie podrá ser mas de ella, y en el cielo esta, y sé que me está mirando con su blanca y dulce sonrisa. Y acepto que ame siendo mujer, y no me apeno de lo que hice ese día que yo la bese.
Mi vida eh de terminar sin ella no podre vivir más. Mi inspiración se fue, mi existencia ya no está, mi ángel ahora duerme entre suaves nubes blancas, donde puede ver más de cerca las estrellas y el cielo no tiene limite mas, para ella volar.
Después de dos días después de la muerte de Kristal, un nuevo caso se abrió con este, los detectives dieron con el hallazgo de Marcela, compañera y amiga fiel de Kristal.
Pero lo que no se esperaban, la encontraron ya muerta en su habitación, rodeada de fotos de su mejor amiga y una carta, donde confesaba su más rotunda obsesión hacia su compañera y de que se quitaría la vida por solo verla, por última vez, su padre nunca comprendieron del por qué su hija se quitaría la vida, ellos no daba con que su hija estuviese enferma, o tu viese una trauma, lo raro de esto que los padre, no eran de los comunes, eran una pareja de lesbianas, que habían adoptado a Marcela a los 14 año por otra pareja que vivían en otro lado del mundo y que de ahora ellos no sabían nada, esto podía una conclusión del porque Marcela tenía esa tendencia a enamorase de Kristal, pero tal ella lo tomo como su naturaleza y no como habito de desagradable.
Aquí termino su vida una víctima, más o solo era alguien que solo hizo parte de esta historia, que murió engañada de su mismo destino, y que solo quería ser una buena amiga, pero su amor era tan grande que preferido quitarse su propia vida para poder estar con esa persona que amaba demasiado.
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